jueves, 28 de febrero de 2013

VEREMOS A QUIEN SE LE OCURRE LA PROXIMA



VEAMOS QUIEN ES EL PROXIMO EN PROBAR SUERTE

Los políticos españoles debido a la pérdida de control de la situación, se dedican a la práctica del esperpento dándose el caso de hacer difícil el calibrar quien es el que dice o comete la barbaridad más grande. Es como una carrera alocada hacia ninguna parte o si me apuran derechos al abismo.
Si alguien alberga alguna duda al respecto, solo tiene que leer o escuchar las manifestaciones llenas de estupideces que los políticos efectúan a diario.
Debo admitir, que en algunos casos me sobrepasan y una rabia contenida se apodera de mí. En esta vida existen fobias que son irremediables y es solo ver la ensortijada cabellera del señor Tardá y entrarme un cosquilleo molesto por todo el cuerpo, que va a más en cuanto abre la boca. Porque no hay una sola vez que lo haga y no sea para ningunear o destilar su odio hacia el resto de los españoles y por descontado hacia España. Y lo que es más grave: este cretino no se entera de que él es español, aunque ni a él mismo ni a muchos nos agrade.
Últimamente desde el aquelarre de la Generalidad, ha manifestado que él (sic) va a convocar el referéndum le guste a los españoles o no, que le da lo mismo y que a continuación proclamarían la República.
Lo que a primera vista puede resultar jocoso no lo es tal. Vamos a imaginarnos que cumple su amenaza y con la ayuda de los partidos separatistas a los que se les ha añadido el PSC, convocan a los catalanes a una consulta que según ellos serviría para decidir sobre su permanencia o no en España. Para más inri, desde muchos foros se dice que hay que hacer una consulta pero dentro de la legalidad. ¡Toma ya! Y se han quedado tan tranquilos.
Como desde un tiempo a esta parte me están arreando por lo que escribo, me imagino que sus razones tendrán, antes de dar mi opinión sobre el asunto planteado, me he repasado de pe a pa la llamada pomposamente Carta Magna, y o bien alguien me saca del error o por mi parte no encuentro resquicio alguno que contemple la celebración de semejante disparate.
Lo que pasa es que en los mas de treinta años en los que me ha tocado vivir en el modelo partitocrático, ya nada me resulta extraño y en tan largo periodo de tiempo, he presenciado como los maestros del “trile” han convertido una falacia en una verdad.
Entonces si convenimos que lo que están preparando se encuentra al margen de la Constitución, en la cual se proclama la indisoluble unidad de la Nación española estarán atentando contra la misma, por lo que se les podrá llamar,  sediciosos.
Lo más grave, lo peor de lo que acontece es que los encargados de impedir por los medios legales que el hecho se consume, uno está entretenido en cómo convencer a Europa para recibir las ayudas sin modificar la política territorial, y el otro con los follones del presunto robo del yerno y el caso de la barragana parlanchina tiene bastante.
Mientras esperemos a ver a quien se le ocurre la próxima.  


 

martes, 8 de noviembre de 2011

NUNCA MAS


NUNCA MÁS

El hedonismo es uno de los gérmenes más destructivos que de forma sibilina incide en la conducta de los hombres.
La sociedad española embaucada por un afán desmedido de falso bienestar, profesa el culto al lujo y al placer corrosivo, que la ha conducido al gregarismo, convirtiéndola en esclava de las cosas.
El hombre ya no es dueño de las cosas, estas lo poseen a él. Lo que en principio se tomó como una etapa de bonanza económica que invitaba al consumismo irracional, al derroche y a la opulencia, el tiempo juez sabio, lo ha devuelto a la cruda realidad y aquellas prendas de marcas caras, que  paseaba por los restaurantes de lujo, hoy las viste para acudir a Cáritas, lugar en que la caridad cristiana le alivia el hambre con un plato de comida.
Durante mucho tiempo, el trabajo, medio de realización del hombre en sociedad, ha servido como excusa para el enfrentamiento interesado entre compañeros con similar ocupación, que ha suprimido la consecución de los objetivos conjuntos y la ha sustituido por otros de carácter individual, que ha mermado los resultados de forma cuantitativa y cualitativa.
La insidia, la murmuración y la crítica destructiva, han sido compañeras de viaje de ambiciosos sin escrúpulos, que las han utilizado como arma arrojadiza contra todo aquel que consideren pueda convertirse en rival potencial para el logro sus propósitos.
Este modelo de conducta ha hecho que los españoles convivan en una sociedad enferma, mediocre e insolidaria. Ejecutivos agresivos que anteponen familia y principios en aras a conseguir acaparar más riqueza. Ya no existe la cultura de la olla; la presencia de la familia al completo, reunida alrededor de una mesa, con el recipiente indicado en medio y unos de los progenitores repartiendo la comida a toda la prole. Era el momento de los comentarios y las confidencias, al calor del cariño y respeto que esta unidad natural de convivencia lleva aparejado.
El hombre persona como el nacionalsindicalismo lo concibe, debe revisar su escala de valores, entendiendo al trabajo como un medio para el disfrute de una vida libre y digna. Es necesario desterrar el consumismo irracional y renunciar a un modelo capitalista, que por medio de la corrupción nos ha llevado a la ruina económica.
Por medio del hermanamiento y la convivencia comunal y solidaria, España podrá acometer la empresa de regeneración moral y ética absolutamente necesaria para emprender un nuevo camino que la devuelva a sus orígenes de los que nos sentimos orgullosos